viernes, 6 de febrero de 2009

Los colores del cielo

Elefante siempre había volado en la misma dirección. Le gustaba. Era muy interesante ver cómo el cielo cambiaba de colores dependiendo de la mente de quién lo creó. Había días que lucía un azul intenso, pero otros, era un verde vívido, color de la esperanza más fiel hecha cielo.

Recordaba algunos con especial nostalgia, pues nunca se habían repetido.

Por ejemplo, el marrón claro. Había sido uno de los momentos más célebres de esa extraña vida que Elefante llevaba, siempre volando. Se había sentido especial. Igual que cuando el cielo tomó un color dorado y se escuchaba esa melodía de fondo…quien estuviera detrás de aquellos momentos era un mago.

Y entonces, un día, apareció. En medio del cielo. Ese día el cielo era de un naranja intenso, casi rojo. Y apareció como un puntito delicado. A Elefante aquello se le hizo extraño, al mismo tiempo que aumentaba su curiosidad. Así que decidió volar hacia el puntito, que cada vez se hacía más grande. Y más grande.

Entonces, descubrió que el puntito era una especie de isla en medio del cielo. Y no pudo aguantar tanta emoción. Cada vez iba más deprisa. Observando todos los detalles de esa isla. Habían árboles, claro que Elefante no sabía que los árboles existían, pero algo le hacía recordar haberlos visto alguna vez. También escuchó un suave murmullo, de un arrollo, quizá. Esto le vendría bien, porque llevaba volando desde… bueno, siempre.

Pero lo que más llamó su atención fue ver a otros como él que, en ese momento, dormían. Eso era bueno, a parte de agua y comida, parecía que también encontraban el sueño. Así que aceleró. La isla, de repente, se le echó encima antes de que pudiera parar. Ese día, fue el primero que Elefante vio el color negro.

1 comentario:

Corso dijo...

Sé que hace tiempo que no escribía en este blog, pero he decidido volver. Y por una cuestión bastante loable. Participar en el concurso literario de www.erabradomin.org, ya que colaboran con la fundación Vicente Ferrer. Hay que ser solidario. Prometo, a partir de ahora introducir más comentarios en este blog abandonado. Un saludo.