miércoles, 4 de marzo de 2009

Buenas noticias

Me permito la gran alegría de decir que, el cuento “Los colores del cielo” va a ser publicado en un libro de relatos solidarios, tal y como aparece en un comentario de la propia entrada.

Me satisface enormemente el hecho de que este cuento vaya a ser publicado en un libro por varias evidentes razones. Este es un libro que va a hacer felices a muchas personas. Por ejemplo, a las 101 personas que han participado en la escritura de este libro, ya que los participantes de este concurso (aunque bien podríamos haberlo denominado llamamiento), han sido publicados. Y para aquellos que, como yo, sea la primera publicación, será una sensación única digna de recordatorio. Yo lo guardaré siempre en mi corazón. Podeis echar un ojo aqui para leer a todos los autores. Yo soy el 67, y lo leereis con la colaboración del editor de estilo que ha hecho un trabajo formidable.

Por otro lado, los beneficios de este libro irán a parar a la fundación Vicente Ferrer. Me place mucho esta circunstancia porque un libro que consigue hacer felices a las personas que lo han escrito, a los que lo leen y a personas que no tengan conocimiento de éste, pero que recibirán ayuda por el mismo, lo cual es loable.

Este sueño lo llevo persiguiendo desde que tengo doce años. Empecé a escribir con esa edad y lo he ido dejando y retomando en distintas ocasiones. Como la música. Este tipo de artes, siempre se ven desprestigiados por los avatares de la vida, como por ejemplo las carreras y demás. Yo soy Ingeniero Técnico Industrial y ahora me encuentro estudiando el segundo ciclo, por lo que a veces tenemos que maltratar las aficiones en pos de conseguir un título. Sin embargo, situaciones como esta hacen que la afición siga mereciendo la pena, como el aplauso del público hace que merezca la pena seguir cantando y el hecho de acercarse al arte al máximo posible. A lo mejor ha sonado bastante cursi, pero hoy me siento así porque a veces, merece la pena.

Y recuerdo el cuento de Jorge Bucay. Aquél de un rey ciclotímico, que tenía momentos buenos y malos por igual. Recuerdo la inscripción del anillo: “Esto también pasará”. Y habrá que seguir adelante.